Este verano tocan olimpiadas. Y si no le gusta el caldo tenga dos tazas. Olimpiadas por partida doble, al menos en Catalunya. Las inglesas y el “revival” del 92. Tv3 nos acosa con documentales día sí y día también sobre lo genial que fue BCN ’92. Lo peor de todo no son los juegos sino esa cancioncilla machacona y falsa del “consenso olímpico” como la clave del éxito de un país y una ciudad.
“Los
mejores juegos de la historia”, decía Samaranch. Pues claro, qué iba a decir,
seguro que en el 92 disfrutó más que cuando era alcalde franquista de BCN, o
no, vaya usted a saber. El éxito de Barcelona se construyó sobre le mito del consenso, donde todos fueron a una, solidarios, unidos, sin disonancias,
movidos por un solo objetivo, ahí estaban Pasqual Maragall, Felipe Gonzáles,
Jordi Pujol, su majestad el rey y su otra majestad el rey de la rumba (Peret).¿Pero
realmente fue así?
Es cierto que hubo consenso, pero un
consenso oligárquico-inmobiliario. El mismo que nos ha llevado hasta aquí. Fue el
principio del desastre. Inmediatamente después de este gran consenso olímpico
empezó la primera gran crisis de la democracia española. Lo he intentado
explicar aquí.
Los hitos de este consenso empiezan con la transformación olímpica de Barcelona
(PSC), pasa por la expo de Sevilla (PSOE) y sigue con la Ley de suelo (PP) todo
adereazado con mucho crédito, mucho ladrillo hasta terminar en esta explosión
atómica de Fukushima/Bankia. Madrid tras los pasos de Nueva York: primero tuvo
su 11S en Atocha, ahora su Lehman Brothers en Bankia…
Recientemente en una de las muchas
manifestaciones que se han convocado pude leer un cartel que decía “PP y PSOE
la misma mierda son”. Y otro más sintético que decía simplemente “PPSOE”. Inmediatamente
me acordé de una frase de Felipe González durante su última legislatura. A
propósito de Anguita y Aznar dijo de ellos “son la misma mierda”. Luego tuvo
que pedir disculpas y rectificó a su manera, “lo que quise decir es que son la
misma cosa”. Examinando con un poco de detalle el consenso olímpico y sus
consecuencias estoy 100% de acuerdo con las sabias palabras de González, y lo
parafraseo a gusto. PSOE y PP son la misma cosa.